sábado, 31 de mayo de 2014

Regina de Antonio Velasco Piña

Regina de Antonio Velasco Piña

Desde que estuve en la universidad, hace ya 10 años, me habían recomendado el libro “Regina: 2 de octubre no se olvida”. No fue hasta cuando cursé la maestría en Xalapa que tuve la oportunidad de comprar el libro y leerlo.
Debo decir que su lectura me provocó emociones encontradas. Por un lado la reconstrucción pormenorizada de los eventos de ese año, que culminarían con la matanza de Tlatelolco, me pareció sumamente buena y despertaría mi interés en los acontecimientos sucedidos en esa época. Por el otro lado el descubrir que el libro hacía una reinterpretación “mística” de lo sucedido me pareció un tanto decepcionante y de mal gusto. Pero para cuando yo leí el libro ya sabía que aquel libro formaba parte de la corriente de la “mexicanidad2, New Age Mexicano al fin y al cabo ¿Que sucedió pues? Vamos por partes.



 Diversas ediciones de Regina (tomada de http://reginamexico.blogspot.mx/)

La historia se centra en Regina Teuscher, personaje basado en una persona de la vida real, una joven que sería edecán en las Olimpiadas del 68 pero que terminó sus días en la matanza de la plaza de las 3 culturas. De esta forma Velasco Piña entra de lleno en esa categoría de escritores que pintan ficción de realidad y viceversa, escritores como el criticado autor de Cañitas, Carlos Trejo. Sin pedir permiso ni perdón Velasco piña toma a esta víctima del crimen de estado más famoso del siglo XX y la transforma a su gusto en una mesías nacida en las cercanías de Teotihuacán, criada en el Tíbet, educada por lamas, huérfana por culpa de los chinos… Así convierte a una joven de la vida real en una figura espiritual de fantasía con poderes sobrenaturales cuya misión es “despertar a México” despertando lo que parecen ser sus dos chacras dormidos: el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl. Si, una mesías de fantasía que es travestida de verdadera por el autor en su obra y en sus presentaciones sin que a la familia de la occisa pueda hacer nada por el uso propagandístico de la difunta.
Pero la cosa no se queda ahí. Lo de “mexicanidad” queda solo en el nombre pues como vemos hay muy poco de mexicano en este libro (que corre a cargo de unos personajes llamados los “guardianes de la tradición”) y mucho de alquimia europea, misticismo tibetano, misticismo chino, y a grandes rasgos las mismas cosas de vertiente New Age de siempre. De hecho gran parte del libro ocurre en el Tíbet y no en México, y cuando los guardianes de la tradición conocen a Regina es para ponerse a su merced. Me sorprende como un autor que se considera tan “Mexicano”, que habla tanto de “Ser un Mexicano real” no se preocupó por investigar y mostrar, aunque fuera por pura curiosidad, las creencias de los pueblos indígenas y en lugar de ello trata de encajar con calzador el budismo con las culturas prehispánicas. Por cierto que los Guardianes en este libro son cuatro, un maya prestidigitador, un oaxaqueño músico, un danzante nahua y un sujeto convertido en “Olmeca”.
Lo más grave que encontré fue la reinterpretación que el autor hace de los acontecimientos del 68. De esta forma los plantones, el combate contra el poder opresivo, las marchas por la justicia y la autonomía universitarias quedan reducidas a rituales extraños para “desbloquear” la energía del país, verdadero propósito de todo aquello según el autor. En una parte francamente irrisoria, del libro la protagonista ahuyenta a un grupo de “Halcones” haciendo la “V” de la victoria con los dedos. Así, la ardua reconstrucción de los eventos es arrojada en saco roto por el propio autor.

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 Así terminó la verdadera Regina. Velasco Piña trata de dar un sentido "mistico" a esto (imagen tomada de http://amrtk.wordpress.com/)
Al final los rituales se muestran ineficaces y la protagonista descubre que solo un sacrificio ritual puede cumplir el propósito que busca y este es el sacrificio de ella y de sus seguidores. Esto ha sido una de las partes más criticadas del libro, la interpretación de un crimen de estado como un auto sacrificio. En lo personal me resulta escalofriante, más si pensamos que falsos mesías de la vida real, así sucedió con Jim Jones (1978), David Koresh (1993) y Marshall Applewhite (1997)
 
 Así terminó la gente que seguía a Jim Jones en los 70's (tomada de http://tcbup.blogspot.mx/2010/08/jim-jones-y-el-peoples-temple.html)

Hoy, a casi 50 años de lo sucedido y a poco más de 15 de que se escribiera Regina (las ediciones más viejas que he encontrado datan del 89) creo que es momento de preguntarnos si en verdad hay algo positivo en dicho libro. En todo caso el libro debe entenderse como una obra de ficción y aun así dista de ser una buena ficción.

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