lunes, 26 de mayo de 2014

Hamatora. The animation (2014)



Hamatora. The animation (2014)




Ya desde el nombre nos empieza a sonar raro. Ese “the animation” nos dice que esta serie es apenas la punta del iceberg de un proyecto mucho más grande y que, probablemente, tengamos que comprar los demás productos para tener una idea clara de lo que pasa.
Esta es la historia de una agencia de detectives con poderes sobrenaturales a los que llaman “mínimum holders”, claro que también hay superdotados fuera de la agencia. Para no hacérselas larga esto se parece mucho a la serie “Héroes” donde gente común y corriente iba descubriendo sus poderes sobrehumanos sin tener que ponerse disfraces de payaso a lo Marvel.
La susodicha agencia no tiene para pagarse un local propio sino que su “oficina” es una mesa en el “Coffee Nowhere”, el café “ningún lado”, cuyo propietario, llamado “Master” (un viejo que me recuerda mucho al “Maestro Limpio” de los comerciales), se la pasa moliendo café a pesar de que no parece haber más clientes que los miembros de la agencia detectivesca que se la viven ahí como Homero Simpson en el bar de Moe.
Pero pasemos a los personajes.
El personaje principal, un chavo con cinta adhesiva pegada en la cara, se llama Nice (no se nos fuera a olvidar quien es el bueno). Su poder es moverse a la velocidad del sonido. Es el típico héroe desobligado y despreocupado pero siempre dispuesto a ayudar que tanto les gusta a los japoneses.
Murasaki es el compañero de Nice. Se trata de un joven un poco mayor que se toma las cosas más en serio que su infantil colega. Su poder es la súper fuerza. 

 
Nice y Murasaki (tomada de  http://www.deviantart.com/art/Hamatora-431040138)


Birthday, un chico rubio con lentes. Tiene el poder de lanzar descargas eléctricas al meterse una picana en la boca… no lo hagan en casa… ni en ningún lado.
Ratio, es el compañero de Birthday. Tiene el poder de diagnosticar con su ojo derecho, además tiene manos robóticas o prótesis que le permiten  partir caras a diestra siniestra.  


Birthday y Ratio (tomada de http://www.deviantart.com/art/Hamatora-Render-Birthday-x-Raito-429014150)


Koneko. La secretaria de la agencia, una chica que encarga de asignar los casos y contestar el teléfono. La mayor parte del tiempo está ayudando a Master, el dueño del café, con la limpieza. Tiene un cola de gato cuyo origen nunca nos explican (¿será su “súper poder”?)y que además no sale de su trasero sino de algún punto por encima de su cintura como lo muestra el hecho de que salga debajo de su saco y no de su falda.
Hajime. Típica niña retraída de las series japonesas. La mocosa se la pasa tragando (otro cliché del anime) su poder es la súper fuerza.
 
 Koneko y Hajime (tomada de la páginahttp://www.myanime.me/series/Hamatora/episode-5-530941.html)

Como podrán ver son muchos personajes y eso que no he mencionado a los detectives que se encargan de los asuntos de “mínimum holders” Art y Gasquet, a los minimum mercenarios Honey y Three, o a los villanos Moral y Momoka, o el informante de Nice, o a los distintos clientes que se volverán personajes recurrentes a lo largo de la serie.
Esta diarrea de personajes es quizás el mayor defecto de este anime. Con solo doce episodios no es posible desarrollara a ninguno de ellos y hay que conformarse con que se les dé un episodio de “flashback” a algunos. 

Al principio la trama parece girar en torno a casos detectivescos relacionados con los “mínimum holders”, pero pronto la trama vuelca sobre casos de Holders no natos (quienes adquirieron su poder de forma artificial) y un asesino que mata holders y les saca el cerebro (nuevamente una referencia a “Héroes”). Hay también referencias un instituto, la Academia Facultas, que se encarga de entrenar a los mínimum holders  y darles algún puesto elevado en la sociedad. Es como si la escuelita del doctor Xavier fuera en realidad la universidad de Yale.
Como vemos el argumento dista de ser original, pero hay que darles crédito a que no se parece (tanto) a la plétora de disfrazados de las empresas Marvel y DC. El villano, por otro lado, es deplorable.



Moral, el villano (tomada de http://www.deviantart.com/art/Hamatora-Motivational-443196590)



He visto animes cuyos villanos que se han ganado un lugar en el salón de la fama; Moral, sin embargo, clama ser enterrado y olvidado. Su proyecto de asesinar Holders para darle poder a gente por demás mediocre tiene fundamento en una retorcida idea de justicia y equidad. Eso está bien, pero cuando empieza a mostrar su obsesión con Nice todo se va yendo al traste. La torcida moral de… Moral, se trasforma en un discurso de pacotilla que se debate entre delirios mesiánicos y una fijación enfermiza por Nice, quien en realidad no tiene nada que nos haga sentir que destaque por encima de los demás personajes.
Si bien Nice es quien da siempre el último golpe su poder supersónico tampoco es tan impresionante. Sin embargo una y otra vez nos repiten que fue el alumno con más potencial de la Academia Facultas… pero nunca se demuestra eso y tenemos que conformarnos con lo que nos dicen.  Así moral tiene una fijación con Nice porque, según él, su increíble poder (que no es tan bueno) lo va a aislar del mundo (lo cual no pasa) y es Moral quien debe “salvarlo” de la soledad igualándolo en poder. De esta forma la que pudo haber sido una trama detectivesca bastante interesante se trasforma en un delirio de baja autoestima (ojo, ya ni siquiera es un delirio de grandeza, es un delirio de baja autoestima) que raya en lo gay. No es que lo gay sea malo, de hecho hay un episodio muy Gay (el de los baños termales) que está muy bien hecho ya que es diametralmente opuesto a los típicos episodios de baños termales japoneses.
Por si fuera poco Moral tiene modos tan exagerados que más que un villano parece la caricatura de un villano. Fingir que dirige una orquesta mientras la ciudad se sume en el caos o tener dientes aserrados podrían verse genial si estuvieran por separado y supieran acoplarlos a la situación, pero en Moral solo lo hacen verse patético y ridículo. 

Bueno. Una reseña breve para una serie breve (12 episodios) pero no quiero terminar sin hacer mi critica al final. Ya estamos acostumbrados a que las series terminen en un “Cliffhanging” pero este caso exageraron un poco. Ok. Moral tenía que morir (un villano tan pacotilla no merecía otra oportunidad), pero que esto sucediera a manos de Art, quien supuestamente llevaba casi media serie muerto, es tan inesperado que resulta casi una falta de respeto. El que Art decida apuntar su arma a la cabeza de Nice, y que se escuche un disparo después de que la toma se cierra asegura que miles vallan a buscar la siguiente serie (Re-Hamatora, la cual ya ha sido anunciada); pero a la vez nos deja el sabor de que estamos siendo víctimas de la más descarada estrategia de mercadotecnia jamás hecha. Combinar un “cliffhanging” con un “diabolus ex machina” sobrepasa el buen gusto



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