Regina de Antonio Velasco Piña
Desde que estuve en la
universidad, hace ya 10 años, me habían recomendado el libro “Regina: 2 de
octubre no se olvida”. No fue hasta cuando cursé la maestría en Xalapa que tuve
la oportunidad de comprar el libro y leerlo.
Debo decir que su lectura
me provocó emociones encontradas. Por un lado la reconstrucción pormenorizada
de los eventos de ese año, que culminarían con la matanza de Tlatelolco, me
pareció sumamente buena y despertaría mi interés en los acontecimientos sucedidos
en esa época. Por el otro lado el descubrir que el libro hacía una
reinterpretación “mística” de lo sucedido me pareció un tanto decepcionante y
de mal gusto. Pero para cuando yo leí el libro ya sabía que aquel libro formaba
parte de la corriente de la “mexicanidad2, New Age Mexicano al fin y al cabo
¿Que sucedió pues? Vamos por partes.
Diversas ediciones de Regina (tomada de http://reginamexico.blogspot.mx/)
La historia se centra en
Regina Teuscher, personaje basado en una persona de la vida real, una joven que
sería edecán en las Olimpiadas del 68 pero que terminó sus días en la matanza
de la plaza de las 3 culturas. De esta forma Velasco Piña entra de lleno en esa
categoría de escritores que pintan ficción de realidad y viceversa, escritores
como el criticado autor de Cañitas, Carlos Trejo. Sin pedir permiso ni perdón Velasco
piña toma a esta víctima del crimen de estado más famoso del siglo XX y la
transforma a su gusto en una mesías nacida en las cercanías de Teotihuacán,
criada en el Tíbet, educada por lamas, huérfana por culpa de los chinos… Así
convierte a una joven de la vida real en una figura espiritual de fantasía con
poderes sobrenaturales cuya misión es “despertar a México” despertando lo que
parecen ser sus dos chacras dormidos: el Popocatépetl y el Iztaccíhuatl. Si,
una mesías de fantasía que es travestida de verdadera por el autor en su obra y
en sus presentaciones sin que a la familia de la occisa pueda hacer nada por el
uso propagandístico de la difunta.
Pero la cosa no se queda
ahí. Lo de “mexicanidad” queda solo en el nombre pues como vemos hay muy poco
de mexicano en este libro (que corre a cargo de unos personajes llamados los “guardianes
de la tradición”) y mucho de alquimia europea, misticismo tibetano, misticismo
chino, y a grandes rasgos las mismas cosas de vertiente New Age de siempre. De hecho
gran parte del libro ocurre en el Tíbet y no en México, y cuando los guardianes
de la tradición conocen a Regina es para ponerse a su merced. Me sorprende como
un autor que se considera tan “Mexicano”, que habla tanto de “Ser un Mexicano
real” no se preocupó por investigar y mostrar, aunque fuera por pura
curiosidad, las creencias de los pueblos indígenas y en lugar de ello trata de
encajar con calzador el budismo con las culturas prehispánicas. Por cierto que
los Guardianes en este libro son cuatro, un maya prestidigitador, un oaxaqueño músico,
un danzante nahua y un sujeto convertido en “Olmeca”.
Lo más grave que encontré
fue la reinterpretación que el autor hace de los acontecimientos del 68. De esta
forma los plantones, el combate contra el poder opresivo, las marchas por la
justicia y la autonomía universitarias quedan reducidas a rituales extraños
para “desbloquear” la energía del país, verdadero propósito de todo aquello
según el autor. En una parte francamente irrisoria, del libro la protagonista ahuyenta
a un grupo de “Halcones” haciendo la “V” de la victoria con los dedos. Así, la
ardua reconstrucción de los eventos es arrojada en saco roto por el propio autor.
Así terminó la verdadera Regina. Velasco Piña trata de dar un sentido "mistico" a esto (imagen tomada de http://amrtk.wordpress.com/)
Al final los rituales se muestran ineficaces y la protagonista descubre que
solo un sacrificio ritual puede cumplir el propósito que busca y este es el
sacrificio de ella y de sus seguidores. Esto ha sido una de las partes más
criticadas del libro, la interpretación de un crimen de estado como un auto
sacrificio. En lo personal me resulta escalofriante, más si pensamos que falsos
mesías de la vida real, así sucedió con Jim Jones (1978), David Koresh (1993) y
Marshall Applewhite (1997)
Así terminó la gente que seguía a Jim Jones en los 70's (tomada de http://tcbup.blogspot.mx/2010/08/jim-jones-y-el-peoples-temple.html)
Hoy, a casi 50 años de lo
sucedido y a poco más de 15 de que se escribiera Regina (las ediciones más
viejas que he encontrado datan del 89) creo que es momento de preguntarnos si en
verdad hay algo positivo en dicho libro. En todo caso el libro debe entenderse
como una obra de ficción y aun así dista de ser una buena ficción.
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