No me impresioné cuando supe
que Disney iba a sacar una cinta basada en videojuegos, tampoco cuando los
rumores decían que abría cameos de diferentes personajes de videojuegos… quizás
a algunos les entusiasme ver a Sonic en pantalla así sea en una cinta de Disney
pero yo no soy un “Gamer”, así que la película de Ralph no llamó tanto mi
atención como para ir a verla a las
salas.
Y debo decir que me equivoqué.
Ralph el demoledor no es la
historia de un héroe, es la historia de un villano. Ralph es “el malo” de un
videojuego de árcade, lo que le obliga a llevar una vida insufrible, perdiendo
cada vez que es posible y ganándose el temor y rechazo de sus compañeros de
videojuego. Es una circunstancia que se repite en varios villanos, lo que los
lleva a hacer sus propios grupos de ayuda. Pero Ralph quiere algo más. Al
enterarse de que no ha sido invitado a una fiesta en su videojuego se da cuenta
hasta donde es rechazado, por lo que se propone obtener una medalla para
ganarse el respeto de los demás personajes.
Cartél prubliciatrio de la pelicula en Japón (http://www.deviantart.com/art/Wreck-It-Ralph-Japanese-Poster-334854977)
Aquí quiero hacer una pausa y
remarcar algo. Hoy en día es una tendencia cada vez más común mostrarnos la
versión del villano, contar la misma historia de siempre pero desde la
perspectiva opuesta. El experimento no siempre resulta exitoso. Así, mientras
escribo esto en los cines se proyecta “Maléfica”, una “reinvención” de la
historia de la Bella durmiente vista a los ojos de la villana del cuento. Pero
esa es harina de otro costal, ahora estábamos con una película de videojuegos.
Ralph, en su desesperación por
obtener una medalla, suplanta a un personaje de videojuego de disparos en
tercera dimensión y primera persona. Sobra decir que su actuación es
desastrosa, pero eso es poco pues también ha dejado desatendido el changarro en
su propio juego, lo que hace que los clientes piensen que está descompuesto. En
su metida de pata Ralph termina disparo hacia un tercer videojuego llevándose
sin querer un insecto villano del juego de disparos.
Félix, el héroe de plataformas
contrincante de Ralph, parte en busca del grandulón para evitar que se
“convierta en Turbo”. Para ello logra obtener la ayuda de la Sargento Calhound,
mujer dura traumatizada por la historia de su personaje, quien perdió a su
esposo a manos de un cyberinsecto el día de su boda.
Ralph no la está pasando bien.
Pierde su medalla a manos de una pequeña bribona habitante de un mundo de
dulce. Ella, Vanellope, usa la medalla como moneda para participar en una
carrera que definirá los avatares que usaran los video jugadores la siguiente
jornada.
Hasta aquí solo tengo una
queja: la extraña voz que le pusieron a la niña del mundo azucarado es seseante
y molesta, más digna de una anciana que de alguien joven.
Los personajes principales (tomado de http://www.deviantart.com/art/Wreck-It-Ralph-336309423)
Continuando con la película,
Ralph, después de un breve encuentro con el rey Candy, monarca del lugar, y su
fuerza policiaca, logra dar con la pequeña que le robó su preciada medalla.
Llega a tiempo para ver como Vanellope, quien sufre un error de programación
(un “glitch” en la jerga gamer) sufre del bullying por parte de los corredores,
quienes desbaratan su auto para evitar que corra en la carrera. El grandulón
ahuyenta a los abusivos pero no cesa en su intento de recuperar la medalla. En
entonces que la chica logra convencerlo de ayudarle pues si gana podrá
recuperar la presea. Mientras tanto Félix
y Calhound llegan al mundo de azúcar. Félix cuenta la historia de Turbo, un
personaje egocéntrico que arruinó 2 videojuegos por tratar de obtener toda la
atención.
Ralph ayuda a Vanellope a crear
un nuevo auto, las autoridades los persiguen pero logran refugiarse en un nivel
sin acabar, metido en un volcán de soda y pastillas efervescentes, cuya entrada solo Vanellope conoce. Es ahí
donde ella comienza a entrenar ayudada por Ralph. Por otro lado la química
empieza a fluir entre Félix y la sargento, hasta que el reparatodo dice la
frase “eres pura dinamita”, misma que a Calhound le recuerda a su antiguó novio
haciendo que esta saque a Félix de la capsula dejándolo abandonado. Félix trata
de ponerse en contacto con el rey del lugar para encontrar a Ralph pero es
encerrado.
Pero no todo podría salir bien
en esta cinta. Justo cuando la amistad entre Vallenope y Ralph florece el Rey
saca el cobre. En una charla breve logra convencerlo que de Vanellope es un
riesgo para sí misma, pues si participa los jugadores descubrirán su glitch y
pensarán que el juego está defectuosos, haciendo que lo desconecten. Lamentablemente
los personajes con glitch no pueden abandonar sus juegos y Vanellope
desaparecería. El rey, como muestra de su “buena voluntad” entrega a Ralph su
medalla perdida.
Ralph, convencido de lo que el
rey dijo, destruye el carrito de la niña para protegerla. Y luego vuelve a su
juego para darse cuenta que ya todos se fueron pues sin Ralph ni Félix la
desconexión del juego parece inminente. Así Ralph, al tratar de ser un héroe,
se ha convertido en un verdadero villano.
Fan art de la película por davidjcutler (tomado de Deviantart: http://www.deviantart.com/art/Wreck-It-Ralph-339980066)
Aquí quiero hacer otro
paréntesis. Disney no solo es famosa por ser la principal productora de
películas animadas de los estados unidos, también es famosa por que sus
películas siguen ciertas pautas. Un ejemplo de ello es que la gran mayoría de
ellas tiene algún punto de ruptura. Así por ejemplo Zimba ve morir a su padre,
la madre de Bambi muere y Aladino reniega de su promesa de desear la liberación
del genio (bueno, no todos son tan dramáticos). En Ralph encontramos uno de los
puntos de ruptura más drásticos de los últimos tiempos. El grandulón se ve en
una encrucijada donde al tratar de hacer el bien hace el mal. Encuentra e ese
personaje (Vanellope) que es un paría como él pero en cambio no tiene el
beneficio de una historia propia, un personaje inacabado con errores de
programación, una mera sombra; lo ayuda pero es convencido de que lo que hace
le perjudicará, así que lo hiere (metafóricamente) para salvarlo… perdiendo su
amistad, prácticamente la única amistad que había conocido. Por el otro lado se
da cuenta de que sus acciones lo han convertido en un verdadero villano al
condenar a su videojuego. Ve con tristeza que sus actos fueron inútiles y
egoístas, está más que nunca en la categoría de “los malos” y nunca podrá
librarse de ella.
Las cosas cambian cuando Ralph
se da cuenta de que Vanellope está entre las imágenes que adornan la
“maquinita” de su juego. Rápidamente vuelve al mundo de azúcar e interroga al
lacayo del rey. Este le confiesa que el rey ha modificado el juego, coronándose
a sí mismo como protagonista después de haber intentado destruir a Vanellope.
Ralph rescata a Félix, quien había sido hecho prisionero en el palacio de
dulce, y le pide repare el carrito de Vanellope. Según lo que dijo el lacayo si
la niña atraviesa la meta el juego se reiniciará y todo volverá a como era antes
de que el rey lo saboteara.
Juntos logran llegar a tiempo
para que la niña se una a la carrera. Todo parece ir en marcha hasta que aparece
la sargento, con la mala nueva de que el sitio está infestado de insectos.
Mientras los insectos destruyen el lugar Vanellope logra alcanzar a sus
contrincantes y enfrentar al mismísimo rey, quien se revela como el Turbo del
que todos hablan. La infestación es incontrolable, lo que hace que el mundo de
dulce sea evacuado.
Vanellope no logra atravesar la
meta antes de que los insectos se la coman (la meta, ojo), y cuando intenta
huir no pueden abandonar el juego por su glitch. Ralph entonces decide enmendar
el caos que ha causado provocando la erupción del volcán de soda.
Lamentablemente en su camino se interpone el rey Candy-Turbo, quien se ha
fusionado con uno de los insectos. En una pelea épica el grandulón logra
librarse del insecto rey para caer en las pastillas efervescentes y hacerlas
caer en el lago de soda.
Fan art por LaggyCrations (http://www.deviantart.com/art/Bad-to-the-Bone-Wreck-it-Ralph-343454721)
Ralph es salvado por Vanellope,
que usa su “glithc” para acortar distancias y ganar tiempo. La gran erupción de
soda atrae a los insectos muriendo todos quemados que aquel magma efervescente…
incluyendo el rey Turbo. Vanellope logra atravesar la meta una vez que Félix la
repara y el videojuego se reinicia. La niña resulta ser la princesa del juego,
pero renuncia para nombrarse presidenta.
Al final Ralph aprende que ser
un héroe no tiene que ver con ganarse el respeto de otros sino con hacer lo
correcto y ser una mejor persona. Es una idea que ya hemos visto en cintas
anteriores como “Hércules”, pero en esta cinta está manejado de una forma que
no solo es magnífica sino muy divertida. Quizás lo más llamativo es que Ralph
es un personaje con errores muy humanos, al principio sus motivaciones nos
parecerían bastante justas, él no eligió ser un villano y sufre por el mal
trato que recibe de otros por su condición; pero se revelan como un ejercicio
de egoísmo que trae el desastre. Más aún,
cuando en verdad trata de hacer algo bueno (salvar a Vanellope de sí misma)
hace el mal sin quererlo. Son equivocaciones muy humanas, el bien y el mal en
nuestros actos no son siempre fáciles de ver.
Pero la verdadera lección es
sobre aceptarse uno mismo. Ralph en realidad nunca deja de ser el malo en su
videojuego, incluso al terminar vuelve al punto de partida… pero ya no es el
mismo Ralph y tampoco es tratado como tal. El grandulón pasa de ser una persona
irascible y acomplejada a un buen ciudadano. Ralph logra entender que él es más
que el personaje que le toca hacer, logra entender el alcance de sus actos.
A resumidas cuentas una buena película, con una buena moraleja sobre amarse uno mismo y a los demás que se resume en una frase extraña pero entrañable:
"Soy malo, y eso es bueno."
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