Nikté (2009)
Esta fue una de esas películas que no fui a ver al cine y esperé a que saliera el DVD para verla ¿Por qué? Porque en ese tiempo no tenía a mi alcance sobrinos o hijos que llevar a ver una película infantil y eso de que un hombre adulto vaya a ver películas para niños solo es medio escalofriante. Por ese entonces se me había entrado la espinita nacionalista de “apoyar el cine mexicano”, sobre todo lo que respectaba a animación.Esta fue una producción de estudio Animex y Naguala producciones, dirigida por Ricardo Arnaiz. Como ya tiene tiempo que salió me tomaré la libertad de contárselas a grosso modo.
Cartel de la pelicula (tomado de http://www.deviantart.com/art/Nikte-151799652)
La historia comienza con una familia en la zona arqueológica de La Venta en Tabasco. La hija mayor, una preadolescente que hace poco por su familia pero si hace mucho por ganarse nuestra antipatía, encuentra una estrada secreta… al interior de una cabeza olmeca. De ahí somos transportados al pasado, al esplendor de la cultura olmeca (pueblo del que sabemos muy poco) donde vemos a una preadolescente adoptada con problemas serios de actitud. En una rabieta la niña, de once años, encuentra unas ruinas donde se menciona la profecía de una princesa bajada de las estrellas. Ante la imperiosa necesidad de sobresalir la mocosa urde un plan un tanto cuestionable: se hará pasar por la princesa mencionada en una profecía.
Paralelamente vemos a una comunidad de chaneques que viven en el fondo de lo que parece ser un cenote rodeado de… ¿Ikales? Aquí quiero hacer un paréntesis. Hasta ese momento de la película hemos visto un canancol (criatura mítica de la península de Yucatan), chaneques (seres parecidos a duendes del este y sureste de México) e Ikales (del sur, principalmente Chapas). Sin embargo los que vemos en la película tienen poco que ver con los que conocemos de las leyendas y creencias autóctonas. Si bien es cierto que está de por medio hacer una versión limpia para niños (seguir al pie de la letra las historias sobre chaneques o ikales da más para una historia de miedo). Pero sigamos con la película.
En el pueblo chaneque encontramos a Chin, un inventor incomprendido y algo incompetente que mete en líos a su pueblo al catapultar por accidente todos los cocos de la única palmera que había (¿alguien dijo Bichos de Disney-Pixar?), lo que hace que sea expulsado, por accidente pues sus colegas solo trataban de que dejara de inmiscuirse.
Otro cartel (tomado de http://mixykalako.deviantart.com/art/NIKTE-148130386)
También vemos una escena de Tanké, el pseudo galán de esa historia, y a Ka’s, nuestro villano. Nikté sigue con su farsa y logra engañar a los dos sacerdotes Kan y Kun, quienes le revelan que su deber como princesa es encontrar la flor blanca para detener a una suerte de pacman gigante hecho de langostas llamado… ¿Tagnohosh? ¿Tak no hosh?... eso o ser sacrificada para apaciguar al mazacote de insectos. Pero la niña no estará sola en su búsqueda… la acompañará un pípilo flatulento.
Aprovecho para hacer un segundo paréntesis. El humor en esta película es uno de los más fáciles que he visto. La calidad fue reemplazada por la cantidad y podremos estar seguros que a cada dos minutos habrá un intento por sacarnos una sonrisa. Lo bueno es que algunas veces lo logran.
Continuando con la película Nikté no es capaz de retener el pípilo mucho tiempo, por lo que deberá unir fuerzas con el chaneque que sigue su propia búsqueda sin sentido. Juntos buscaran a In-aesú, la única que parece tener una idea de donde se encuentra la susodicha flor. Pero las cosas no resultarán tan fáciles pues Ka’s (¿no existía un refresco que se llamaba así?) enviará tras ellos a la peligrosa Xtabay (si, otro ser mítico de Yucatán) y a su propio hijo Tanké.
El villano logra hacerse con la flor, que pretende usar para controlar al mazacote de insectos, pero falla miserablemente. Mientras tanto, en un mal Deus ex machina (los hay buenos) la Xtabay cambia de bando y hace que Tanké ayude a Nikté, al parecer porque “la profecía debe cumplirse”. La cosa no para ahí, pues sin la flor la niña decide arrojarse a las fauces del monstruo y… este se desintegra. Luego los padres adoptivos se revelan como dioses (¿ya había dicho Deus ex machina?) y “encargan” a cada uno de sus hijastros crear una de las grandes culturas mesoamericanas. El changarro olmeca cerró en ese instante supongo. Chin, el chaneque, logra regresar a su pueblo y les revela la forma segura para comunicarse con el exterior.
Así, después de que nuestra credibilidad fuera violada, volvemos a la familia en la zona arqueológica con un final que nos hace levantar la ceja.
Como podrán ver el principal problema con la película es el extraño guion. La trama tiene huecos y giros sin sentido. Los personajes tampoco son muy buenos, los villanos son planos y muchas veces debemos asumir que hacen lo que hace porque “son los malos”, mientras que la protagonista tarda un poco para ganarse nuestras simpatías. La película tiene a su favor una animación excelente, y un arte aún mejor. Los fondos son sumamente detallados y más de uno se queda con la boca abierta. No es perfecta pero mala, mala, no es.
No me arrepiento de haberla comprado, al fin y al cabo lo hice pensando en apoyar una industria emergente dentro del cine mexicano y las obras de arte no salen a la primera. Viviendo en una época donde lo escandaloso y lo incomodo se disfraza de arte es de aplaudir intentos como el de Nikté que, si bien no resultó perfecta, sirvió para que la animación mexicana lograra afianzarse.
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