Kill la Kill (2013)
Comenzando por el título, digno de una película a lo
Robert Rodríguez, estamos ante uno de los animes más raros que han visto la
pantalla en últimos meses (diría años pero de un tiempo a la fecha meses es el
tiempo que algo puede durar en la fama).
La historia comienza
mostrándonos la “Academia Honnoji”, un colegio de tintes militares cuya
estructura piramidal tiene en su cumbre a Satsuky Kiryūin, una joven dictadora
que controla todo desde una blanca torre donde se erige el consejo estudiantil.
Por si la vida común, y bien corriente, de un alumno de prepa no fuera lo
suficientemente estresante (si toma en serio sus estudios, claro está) los de
este colegio están a merced de una férrea disciplina puesta a merced de una
estructura elitista donde los encumbrados tiene potestad absoluta sobre los
débiles. Es un sistema que permite el abuso, la violencia y el nepotismo, un
sitio donde los encumbrados viven en lujosos condominios otorgados por el
colegio mientras los estudiantes de baja categoría deben vivir en favelas y
donde la única ley es la de luchar para ser alguien o atenerse a las
consecuencias.
Kill la kill por Zuqling (http://www.deviantart.com/art/datworks-Kill-La-Kill-411230297)
Entonces un día, cual vieja
película del oeste, llega una forastera.
Ryuko Matoi es una joven criada
en colegios que decide regresar a casa para encontrarse con que su padre ha
sido asesinado con media tijera descomunal. Sus pesquisas la llevan a la
academia donde espera encontrar al poseedor de la otra media tijera. Cuando
llega, buscando al asesino de su padre, se topa de frente con la férrea
estructura del colegio… y con unos extraños uniformes capaces de dar supe
poderes a su portador. Los de la academia barren el suelo con ella, quien debe
escapar para salvar el pellejo.
Cuando Matoi regresa a las
ruinas de lo que fue la casa de su padre encuentra un extraño uniforme viviente
llamado Senketsu que, como los trajes de la academia Honnoji, le da
superpoderes. Ella regresa para pedir la revancha y para salvar a su nueva
amiga Mako Mankanshoku, quien parece ser la única en dicho colegio que no está
dominada por la enfermiza doble moral de ascender a cualquier precio.
Así comienza esta serie, y a lo
largo de ella vamos a ver cosas de lo más raro: guerrilleros nudistas, trajes
vivientes, extraterrestres con forma de tela… Kill la kill juega con nuestra
credibilidad como su de un chicle masticado se tratara pero nunca llega a
romperla. Al principio de la serie pareciera que esta se trataría solamente de
Matoi combatiendo a los distintos jefes de clubes de la academia como si de un
videojuego se tratara, es en esta etapa cuando la cosa está a punto de perder
nuestra atención pues los capítulos llegan a sentirse algo repetitivos, salvándose
por los demenciales monólogos sin sentido que lanza Mako para levantar el ánimo
de su amiga cuando parece no haber solución; pero pronto la trama cambia hacía
terrenos insospechados.
otra pieza inspirada en la serie, esta vez de MikeLuckas (http://www.deviantart.com/art/KILL-la-KILL-437151274)
La academia se revela como la punta
de lanza de la empresa Revocs para dominar el mercado de los uniformes
escolares… por la fuerza. Un ejército de estudiantes fanatizados que se ocupará
de aplastar los colegios que no han puesto a la empresa como su proveedora de
uniformes, y a la vez acabar con una guerrilla de nudistas que intenta derrocar
el emporio económico.
Y aquí hago un paréntesis. Hay
desnudos (y muchos), pero a diferencia de series como “Tenjō tenge” o “Highschool
of dead”, donde los desnudos parciales son mero gancho para ganar a un público
púberto y calenturiento, en este caso logran acoplarlos a la trama. ¿Cómo no
iba a ser así cuando los uniformes escolares que otorgan superpoderes son el
meollo de todo?
Después de aplastar a los
enemigos de Revocs la academia se revela contra la empresa, revelándose el plan
de la presidenta de la compañía, Ragyo Kiryūin: entregar el mundo a un ente
extraterrestre conocido como “la fibra original”. Aquí nos damos cuenta que la
academia era en realidad un centro de entrenamiento para crear una resistencia
al poder de la fibra extraterrestre. Pero los poderes de la presidente resultan
ser mucho mayores de lo esperado, producto de la fusión entre la especie humana
y la extraterrestre. Eso no es todo, Matoi resulta ser la hija de la megalómana
empresaria Ragyo y hermana de Satsuky.
Ryuko y Ragyo, por Felix-Alvarez (http://www.deviantart.com/art/Ryuko-and-Ragyo-Kill-la-Kill-443896803)
Crisis existenciales. La vida
como una mentira. El libre albedrio como una falacia y la voluntad como el hilo
de títeritero que nos controla. La búsqueda de la libertad, ignorando que
quienes nos controlan observan atentamente pues van a tres movimientos delante
de nuestra jugada. En un breve pero excitante par de episodios las cosas se
invierten y son los nudistas quienes deben unir fuerzas con Satsuky y sus
leales para vencer a Matoi, quien ha unido fuerzas con su madre.
Al final los personajes
excéntricos que hemos estado viendo a lo largo de 24 capítulos deben unir
fuerzas, hacer a un lado sus diferencias y sacar lo mejor de sí para salvar al
mundo del exterminio.
Se me ocurren varas ideas
interesantes sobre esta serie. ¿En verdad la ropa es tan importante para
nosotros? ¿Cuánto gastamos en ella y que tan lejos estamos dispuestos a llegar
al respecto? No es la primera vez que vemos a la ropa como el factor central,
baste recordar “El Diablo Viste a la Moda”. Dicen que el dinero lo cambia a uno
¿la ropa podría hacer lo mismo? En la serie llevan la metáfora aún más lejos,
desdibujándola y convirtiéndola en algo literal. No son solo los uniformes los
que dan poderes, son entes vivientes dispuestos a dominar a su usuario como
parásitos crueles.
Al final logran salvar el mundo
(¿Alguien dudó que lo harían?) pero Senketsu, el uniforme parlanchín y
atormentado, se sacrifica para salvar a Matoi.
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