El encanto del
Águila (2011)
Imagen tomada de http://mexicanosenespana.blogspot.mx/2013/01/el-encanto-del-aguila-de-televisa-gana.html
Para este 20 de noviembre decidí traer del olvido
esta serie de Televisa.
Producida con motivo del centenario de la Revolución, esta serie llegó hasta
un año después que su serie hermana “Gritos de Guerra y Libertad” (2010),
producida para celebrar el bicentenario de la independencia.
A Televisa se le pueden criticar muchas cosas, por décadas se ha visto en
esta empresa el principal órgano de manipulación del gobierno, un organismo
hecho tanto para idiotizar a la prole
como para desinformarla y fabricar mitos. Sin embargo dedo decir que en este
caso la coneja preñada de telenovelas dio en el clavo. No se dedicó a ensalzar
o discriminar (como algunos dijeron que sucedió con “Gritos de Guerra y
libertad”), sino que se dedicó a hacer un recuento más o menos fiel de los
hechos que enmarcaron las primeras décadas del siglo XX en nuestro país.
Vemos, por primera vez para muchos, una historia fiel a los eventos, una
historia que muestra los aciertos y los errores de los que hemos etiquetado
como héroes y villanos. Así vemos a un Porfirio Díaz viejo que,
inteligentemente, decide tirar la toalla antes que la guerra se alargue; a un
Madero tan idealista como ingenuo e inexperto; a un Zapata atrapado en la
soledad de la causa; a un Villa entusiasta pero indisciplinado y un tanto
errático; a un Carranza demasiado
político y muy poco “revolucionario”; a un Obregón paciente pero ambicioso… entre otros
personajes que van desfilando por nuestra pantalla como lo hicieron en la
historia.
La serie nos muestra los principales eventos que marcaron casi veinte años
de lucha.
Comenzando por la candidatura y arresto de Madero, y el pronunciamiento del
plan de San Luis en 1910. El enfrentamiento entre la policía y la familia
Serdán en Puebla ese mismo año (considerada por muchos la primera “batalla” de
la revolución). La renuncia y exilio de Díaz en 1911. La revuelta de Bernardo
Reyes y Félix Díaz que llevarían a la “Decena trágica”; la traición de Huerta y
el complot del embajador Wilson que, finalmente, llevarían al maderismo a la
derrota después de que numerosos levantamientos (de Pascual Orozco y Emiliano
Zapata principalmente) habían debilitado el movimiento político de
Madero en 1913. No podían quedar afuera los asesinatos de Madero y Pino Suarez,
eventos que marcan la caída definitiva del maderismo y el ascenso al poder de
Victoriano Huerta. La revolución antihuerta ese mismo año, encabezada por
Carranza, y la derrota del huertismo en 1914.
Sin embargo es aquí donde las cosas se ponen interesantes ya que nos
muestra la etapa más cruda y absurda de la “revolución”: la guerra de facciones
entre los antiguos compañeros. En la serie podemos ver la convención de
Aguascalientes de 1914 y el posterior rompimiento con las fuerzas leales a
Carranza y la toma de la capital por Villistas y Zapatistas ese mismo año.
También podemos ver la lucha fratricida entre Villa y Orosco que daría la
victoria a Venustiano Carranza en 1915; la creación de la nueva constitución en
1917; el asesinato de Zapata en 1919; el rompimiento de Obregon y Carranza que
llevarían al asesinato de este último en 1920.
Uno pensaría que una vez que los principales actores del conflicto (o
conflictos) la situación volvería a la normalidad (o al menos a un pinto más o
menos estable sin tanta violencia) pero lo cierto es que los conflictos
continuaron. Lo grandioso de esta serie es que mostró muchos eventos que no
figuraban particularmente en la historia oficial. Así, entre otras cosas, nos
muestra el asesinato de Villa en 1923, la rebelión de Adolfo de la Huerta ese
mismo año, la rebelión cristera en 1926, y, finalmente, el intento de reelección
de Obregón y su asesinato a manos del fanático religioso José León Toral (pero
haciendo hincapié en el hecho de que no fue el único que disparó) en 1928.
Así termina la serie, no con un “final feliz” que muestre un futuro
prometedor para los protagonistas sino con un mal sabor de boca que nos hace
pensar que la revolución acabó solo cuando el último de los caudillos abandonó
este mundo y no con la realización de los ideales de libertad y justicia que
nacieron con ella. Sin embargo es este raro sabor lo que da verosimilitud a la
historia y , por primera vez en la pantalla chica, se derriba el mito del
México construido por los caudillos y resulta evidente el México construido “a
pesar de los caudillos”.
Y algo que me llama la atención es que por la forma en que está hecha esta
serie el protagonista principal no tiene dialogo alguno y no tiene más
protagonismo que algunos primeros planos en la entrada de la serie ¿De quién
hablo? Pues de la silla presidencial, verdadero protagonista anónimo e inerte de
esta serie y de esta etapa histórica. El título de “Encanto del Águila” nos
remite a esa ave dorada que corono ese trono mexicano. En algún momento Zapata
pide a Villa permiso para destruir esa silla pues todo aquel que se sienta en
ella se corrompe… y lo cierto es que así sucedió con cada uno de los
presidentes que vimos en pantalla: Díaz, Madero, Huerta, Carranza, Obregón y
Calles.
“El Encanto del Águila” es un tanto una lección de historia como una
lección del poder insensato. Es una historia de cómo los caudillos, lejos de
construir una nación, lucharon por motivos egoístas; es una historia poder y
ambición empañando los ideales de libertad, democracia y justicia que eran
pregonados por aquellos inocentes que marchaban al combate.
Para saber más:
http://es.wikipedia.org/wiki/Guerra_Cristera