domingo, 10 de agosto de 2014

Un mexicano en cada hijo te dio, de F. G. Haghenbeck



Un mexicano en cada hijo te dio, de F. G. Haghenbeck




La celebración del bicentenario ya quedó atrás, y debo decir que para muchos fue solo una táctica del gobierno del entonces presidente Felipe Calderón para vanagloriarse en un periodo presidencial que destacó por su falta de logros y creciente violencia. Sin embargo dicho aniversario nos dio algunas cosas buenas y es que dicha celebración fue la excusa perfecta para que el mexicano aprendiera al menos algo de historia. Los libros de historia plagaron los estantes en dicho año, y uno que quiero destacar de entre la mayoría es “Un Mexicano en cada hijo te dio” de Haghenbeck.
¿Qué tiene de especial?
Publicado por Altea, una firma de la que he visto más que nada libros informativos de corte infantil, este libro destaca por dos cosas. La primera, que lejos de apegarse a una versión, un evento o etapa histórica el autor se dedicó a rescatar del olvido algunos personajes que han quedado relegados a un segundo plano. La segunda es fue publicado en formato comic.
Así es. a pesar de que salió durante el “bicentenario” no es un libro de la independencia o la revolución, es un libro de segundones, ilustrado por talentos como Edgar Clement (operación Bolívar),Sebastián Carrillo “Bachan” (El Bulbo), Ricardo Cucamonga (Regiolandia), entre muchos autores.
¿Pero qué hay de los personajes? Por las páginas de este libro desfilan héroes como Felipe Ángeles, Los Galeana, Isabel Moctezuma, o Vicente Riva Palacios… por decir los más conocidos, pues también aparecen un desconocido Guy Gavaldón, quien participó en la segunda Guerra mundial, y un desafortunado Epigenio González, quien sería el armero de la independencia pero cayó preso antes de que la lucha comenzara.
Tambien hay villanos, de hecho tienen su propia sección, personajes apenas conocidos como el bandolero “Tigre de Santa Julia”, el pirata “Lorencillo”, el “aboganster” Bernabé Jurado, la agente nazi Hilda Krüger, o Francisco Gerrero “El Chalequero”, a quien algunas consideran un “Jack el destripador” Mexicano.
El autor añade una sección que nombra “estrellas fugaces de México” por donde desfilan figuras de la cultura y las artes como María Sabina, Juan Orol, Nahui Ollin, o Esquivel.
Sería demasiado ocioso nombrar a cada personaje que pasa por las páginas escritas por Haghenbeck e ilustradas por talentosos artistas del arte secuencial. Pero no todo es miel sobre hojuelas. La obra no es perfecta y es fácil notar algunos errores ortográficos y cuadros de texto que se quedaron sin contenido por una u otra razón, pero en lo general es una buna obra.
Sin embargo debo advertir que hay que ser precavidos. Si eres un purista de la historia quizás debas echar un ojo antes de adquirir la obra. Los artistas son bastantes y lo mismo hay quienes tienen un estilo de arte sublime a los que no pueden dibujar dos viñetas sin hacer un chiste. Lo mismo hay elaborados diseños de comic que dibujos como de tira cómica dominical. No es que esto sea malo, el artista es poseedor de un estilo que lo identifica, lo que quiero decir es que es una obra para disfrutar y tener la mente abierta. Muchos artistas, muchos estilos, para mi es algo bueno.
Otro asunto a considerar es la historia en sí. Me parece muy buena idea que mostraran la historia de personajes no tan conocidos, pero también hay que considerar que a veces la historia es difusa y los historiadores tiene que vérselas con versiones contradictorias o el vacío desolador. Por ejemplo me gustó saber que la historia del “Tigre de santa Julia” no tenía nada que ver con la pésima película que se filmó sobre ese personaje en el 2008. Por otro lado la versión que da sobre Tomás Garrido, el gobernador Tabasqueño que trató de imponer un régimen comunista antirreligioso y que era conocido como “el enemigo personal de dios”, me parece un tanto exagerada y basada en diarios amarillistas pro católicos de la época. No son solo mis ideas, busqué más información (la revista Relatos e Historias en México, por ejemplo) y las versiones son, cuando menos, contrastantes.
Pero bueno, supongo que la parte importante de este tipo de material es despertar la curiosidad del lector.

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