Tan pronto vi el thriller de esta
cinta decidí que iría a verla y así lo hice… y de alguna forma no quedé del
todo conforme. Por largo rato me he estado preguntando qué fue lo que pasó. La
cinta tenía acción, los personajes eran buenos, y lograron acoplar la trama a
eventos históricos de una forma que rara vez se logra; entonces ¿por qué salí
de la sala frunciendo los labios?
No quiero ahondar mucho en la
trama para no hacer spoilers, pero me pareció excelente que el meollo del
asunto girara en torno al dominio del Congo por parte del rey Leopoldo II de Bélgica…
lo cual si ocurrió, y efectivamente un embajador estadounidense de color
llamado George Washington Willimans (interpretado en la cinta por Samuel L.
Jackson) visitó el Congo y denunció las atrocidades cometidas por los agentes
del emperador. Debo aclarar que el embajador no fue el único activista de aquel
tiempo que luchó: periodistas, escritores, misioneros, incluso la misionera y
fotógrafa Alice Harris, sumaron esfuerzos para denunciar lo sucedido en el
Congo. Quizás este sea uno de los factores que me decepcionaron un poco de la
cinta. Fue un gran logro acoplar la acción con los eventos históricos, pero tristemente
vemos que la realidad supera por mucho a la ficción. Por ejemplo vemos la
inminente llegada de mercenarios y la esclavitud de las tribus africanas, pero
la realidad fue mucho más horrible: las tácticas que hoy nos estremecen, como
asaltar pueblos y mutilar a los habitantes para que no puedan escapar de su
esclavitud, eran cosas que ya existían en tiempos del rey Leopoldo.

Cartél de la pelicula (https://en.wikipedia.org/wiki/The_Legend_of_Tarzan_(film)#/media/File:The_Legend_of_Tarzan_poster.jpg)
Otro gran acierto es la forma de
narrar la historia. Lograron acoplar el presente y el pasado de los personajes
mediante flashbacks, mientras que intentos anteriores – como las versiones de
Disney (1999) o la pésima versión en animación 3D de Kellan Lutz (2013)-
traban de contar una historia lineal,
para lo cual tuvieron que dar grandes saltos temporales que rompían la
secuencia. Si bien la narración fue la adecuada el problema es la historia en
sí. La de Tarzán es una historia bien conocida – aunque me alegró que agregaran
algunos detalles que contribuyeron a la trama en el presente caso - : niño
huérfano criado por gorilas – en realidad Manganis,
gorilas ficticios particularmente violentos – que se convierte en una especie
de súper héroe de la selva. Las tres últimas versiones que vi contaban esa
misma historia con ligeras variantes, de estas las de Disney y la presente
ahondan en el sentimiento de alienación
del personaje, lo cual es muy bueno… pero como ya lo dije tiene una sensación
de ya visto.
Ya que estamos con la historia de
los personajes vamos a ver al resto. Me gustó que Jane no quisiera jugar el
papel de “damisela en peligro”, lamentablemente la mayor parte de la cinta ese
es el papel que juega. Ni modo, era necesario para el desarrollo de la acción y
también es coherente con el contexto histórico, tampoco nos vamos a rasgar las
vestiduras. Pese a todo debo admitir que resulta un personaje muy valiente y
aguerrido, capaz de encarar el peligro sin chistar y que en algunos aspectos
supera al mismo Tarzán.
Tengo un conflicto con el
villano. Por un lado es muy cool, calculador y un tanto cínico, pero con la mira
puesta en una meta bien definida. El que supiera pelear con un rosario me
pareció un buen detalle. Lamentablemente sus motivaciones son muy comunes y ya
las hemos visto no solo en cada película de Tarzán, sino también en las de
Pocahontas (1995) y Avatar (2009): el típico conquistador dispuesto a hacer
fama y fortuna a costa de tierras vírgenes y sus habitantes. Por ello el
villano, León Rom, un personaje real, resulta bastante plano y predecible.
Mucho mejor es el personaje del antagonista menor, el jefe Mbonga, quien en
verdad tiene una buena motivación para tratar de acabar con Tarzán a como dé
lugar… lamentablemente no le dan mucho tiempo en pantalla.
Ya vimos algo de la historia y
los personajes ¿Cómo estamos en cuanto a efectos especiales? En general estamos
bien, aunque en algunas escenas los primates y otros animales se ven un tanto
falsos.
¿Qué se puede decir después de
todo esto? Me gusta la historia y como la desarrollaron, sin embargo se siente
como algo que se ha visto una y otra vez. Me figuro que Tarzán es uno de esos
personajes que admite pocos cambios, lamentablemente ya hay muchas películas de
él. Otro detalle es la insistencia de narrar los orígenes de Tarzán y esto se
debe a un problema particular: las últimas películas de Tarzán han sido
producidas por estudios diferentes, es decir que cada una de ellas podría ser
considerada un “reebot” donde cada creador trata de narrar su propia versión de
la historia que al final resulta prácticamente la misma; sin embargo el ejemplo
de la versión animada del 2013 es la muestra de que apartarse del canon no es
necesariamente bueno.
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