Los Ilusionistas (2013)
Cartel de la pelicula (tomado de http://es.doblaje.wikia.com/wiki/Los_ilusionistas:_Nada_es_lo_que_parece)
Ahora que estoy tomando un
curso en el DF debo moverme mucho en autobús. La mitad de las veces viajo en
horarios que me permiten tomar una siesta tranquila, pero la otra mitad de las
veces voy despierto y debo chutarme la película que se exhiba en el viaje. No
sería gran problema de no ser que las películas que suelen mostrar son o muy
populares (lo cual es bueno) o meros trabajos de segunda que no lograron
recaudar suficiente en taquilla y DVD’s y terminaron vendidas a la franquicia
de autobuses.
“Los ilusionistas”, cuyo
título original fue “Now You See Me”, entra en la segunda categoría. No fue
bien recibida por la crítica. Aún los sitios más condescendientes le dan apenas
un 50 % en sus calificaciones. Si bien hay algunas críticas buenas estas
siempre recalcan que la película es “entretenida”, más no inteligente o
sensata.
La película va sobre cuatro
magos que son contactados por alguien misteriosos que les entrega una carta de
tarot a cada uno. Por un lado tenemos a “Daniel Atlas”, un ilusionista más o menos
famoso. Henley Reeves, una escapista. Merritt McKinney, un mentalista e
hipnotista caído en desgracia. Y, finalmente, a Jack Wilder, un
carterista. Los cuatro deciden ir a la
dirección marcada en sus cartas, ahí presencian un truco automatizado y una
proyección holográfica. Después de eso
la película salta un año, los cuatro forman un equipo de magos en Las Vegas y
son sumamente famosos… aunque sea su primera presentación.
Hasta aquí todo va bien,
siempre y cuando seas ingenuo o pongas tu sentido crítico en el nivel más bajo.
Puedo creer que alguien se interese en reunir a este equipo sacado del fondo
del costal, pero no me trago la parte del hipnotista que duerme a sus víctimas
y les borra recuerdos con un golpecito en la frente, y embauca a diestra y
siniestra.
Siguiendo con la película,
que nos hizo el favor de evitarnos datos que podrían interesarnos, como saber
cuál fue el desarrollo en las relaciones de estos personajes durante su año
perdido o como le hicieron para conseguir patrocinadores. No. lo que nos
muestra es a estos cuatro haciendo ilusionismo y robando un banco francés e
ante la mirada de todos. Para sorpresa de las autoridades el dinero desapareció
en verdad para caer como lluvia sobre el alegre público.
Evidentemente las
autoridades deben tomar el asunto en sus manos ¿Y qué es lo que hacen? Llevan a
los cuatro a interrogatorio. Ok. No es como si hubiera más personas implicadas,
todo el Staff del espectáculo por ejemplo, o más testigos, como todo el público
de esa noche. Sin duda los cuatro personajes en el escenario son suficientes
para saber que pasó ¿Lógico no?
La cosa sigue y sigue. El
ilusionista hace un truco de manos, liberándose de las esposas, aplicándoselas
al detective Dylan Rhodes (verdadero protagonista a partir de este punto,
acompañado de la agente de interpol Alma Dray) y metiendo la llave en una lata
de refresco. Si, sería una buena
secuencia si no fuera porque el personaje de Atlas es sumamente molesto y que
no llega uno a creerse el truco. Ok. Un ilusionista no debe tener mayores
problemas en abrir unas esposas, pero uno se pierde en la parte de la lata.
También tratan de vendernos la idea de que el personaje del público que usaron
para “entrar” al banco francés fue hipnotizado para tocar música clásica (sin
instrumentos claro, solo en su mente) cada vez que alguien diga la palabra
“mentira”. Ese truco es algo que toleraría en una caricatura, no en una
película que pretende ser inteligente. Sobra decir que la hipnosis no funciona
así, y aunque abundan trucos similares es bien sabido que en esos casos el
supuesto hipnotizado es miembro del Staff, es decir que es parte del truco. En
esta película, en cambio, se irán por el camino opuesto y tratarán de vendernos
la idea de que la magia es real.
El FBI, aun en las narices
de la interpol, libera a los cuatro sospechosos aparentemente porque fincar
cargos en su contra sería “admitir que la magia existe”. Aquí vemos que los
guionistas no hicieron su tarea. Este argumento es sumamente débil, sobretodo
porque en ningún momento los magos negaron su participación sino que estuvieron
dando rodeos a los interrogadores. Es más, que me disculpen pero creo que el
ilusionista Atlas aceptó de lleno su participación en un delito al decir que no
importaría cuán rápido fuera el FBI ellos estarían siempre tres pasos adelante.
Entonces el detective
decide recurrir a Thaddeus Braddley (interpretado por Morgan Freeman), un caza
magos famoso que filmó el acto. Este personaje explica cómo fue realizado el
truco… y nos damos cuenta que el FBI ni siquiera se preocupó por revisar la
locación donde se llevó acabo el acto-robo. ¿Cómo se supone que investigan en
esta película? Braddley tiene que explicar al detective que el dinero fue
robado y sustituido por dinero falso y combustible del tipo que, supuestamente,
los magos usan. ¿Pero cómo violaron la seguridad en primer lugar? Nuevamente el
hueco argumental se hace presente, pues la explicación no es otra que decir que
los guardias son tontos.
Los “cuatro jinetes”, como
se hacen llamar estos magos, realizan su siguiente acto en Nueva Orleans.
Nuevamente en pleno acto roban miles de dólares, esta vez de su benefactor,
mismos que reparten entre la gente del público que había sido defraudada por
dicho personaje. A partir de este momento no solo nos tratarán de vender la
idea de que la magia es real, sino que nos hablaran de una “hermandad” de magos
que la han hecho de “Robín Hood” desde los tiempos de los faraones. Suena a la
pacotilla regular de la nueva era y eso está bien, da algo de verosimilitud
como parafernalia del medio… pero luego veremos que se tomaron el asunto demasiado
en serio.
A partir de este momento
también tendremos que asumir que el personaje de Morgan Freeman es el malo…
¿Por qué? ¡Porque desenmascara magos!
Alguien parece olvidarse que así como hay una tradición de magos y
faquires también hay una larga tradición de cazadores de embaucadores. Desde
Harry Houdini, quien fue mago y escapista pero también se dedicó a
desenmascarar charlatanes espiritistas, hasta James Randi, quien desenmascaró
al mismísimo Uri Gueller. ¿Cómo se las arreglan para poner de malo a alguien
que desenmascara charlatanes? Desde que el personaje abre la boa recalca una y
otra vez que solo le importa la fama y el dinero. Es decir que los ilusionistas
ladrones son los buenos, el que trata de descubrir el truco es el malo.
lamentablemente el traje de Robín Hood le queda algo grande a unos personajes
de los que no sabemos casi nada pues no han tenido desarrollo alguno, lo más
que vemos de ellos es la parafernalia de sus actos que, obviamente, suena a
discurso prefabricado y resulta algo molesto. Los creadores tuvieron el mal
tino de asumir que el personaje que los ilusionistas representan en su acto es
su yo verdadero y no un personaje.
Los detectives tratan de
seguir la pista de estos fugitivos, lo cual no habría sido necesario si los hubieran
arrestado en el primer acto. Como es de esperarse los magos se les escapan y,
nuevamente, el FBI y la Interpol quedan en ridículo. Como detalle extra
mencionaré que los detectives tienen la ocurrencia de usar un sistema de
rastreo que, aparentemente, Atlas pone a todo su Staff. En ningún momento les
pasa por la cabeza que el que la persona que siguen tenga el control del
sistema de rastreo puede no ser una buena idea. Como se lo imaginaran terminan
viéndoles la cara.
El siguiente acto se
realiza en Nueva York. El detective, al enterarse de que su teléfono fue
Hackeado el detective Rhodes tiene la
genial idea de usarlo para rastrear a los magos, truco que ya demostró no ser
confiable. De alguna forma se las arreglan para encontrar el escondite de la
pandilla y ahí enfrentan a Wilder, quien aparentemente muere al intentar
escapar. Mientras tanto los magos se las arreglan para robar una caja fuerte
que estaba bajo la supervisión del FBI. ¿Cómo lo hicieron? Con una mezcla de
hipnosis e ilusionismo. Los tres magos restantes hacen una última presentación
en la azotea de un edifico. Desaparecen en medio de una nube de billetes falsos
mientras la policía trata de arrestar unos maniquíes. Mientras tanto el dinero
aparece en el auto de Thaddeus Braddley, quien es arrestado pues desde hace
media película la policía sospechaba de un “quinto jinete”.
Braddkey logra descifrar el
último truco, pero entonces el detective Rhodes, quien hasta el momento ha
mostrado una máscara de escéptico, se revela como el verdadero “quinto jinete”.
Posteriormente se revela que este personaje es el hijo de un mago a quien
Braddley arruinó, orillándolo a morir en un truco desesperado de escapismo.
OK. No me molestaría tanto
este desenlace si no fuera porque implica que este personaje, prácticamente el
único que tiene algún desarrollo y que vemos la mayor parte del tiempo, en
realidad estuvo haciéndose el tonto toda la película. Esto tampoco sería tanto
problema si la trama hubiera sido inteligente, pero como vemos la investigación
contra los magos estuvo hecha con las patas desde el principio y darnos cuenta
de que ello fue porque el detective era de hecho la cabeza de la banda es un
tanto desmoralizante.
La historia de la venganza
contra el hombre que destruyó al padre, contra la aseguradora que desamparó al
huérfano y su familia, y contra la empresa que construyó la caja fuerte tenía
su mérito, pero lo echaron a perder al recurrir al argumento de la sociedad
secreta egipcia como última carta bajo la manga. ¿La magia es verdad? ¿Los magos
son Robín Hood? Los escritores, luego de darnos una trama con huecos colosales,
abusan de nuestra credulidad.
Los personajes de los magos
no se desarrollan, incluso la escapista sale sobrando pues nunca saca a relucir
sus dotes en la película (los otros tres tienen al menos algún momento
estelar). Los personajes llegan a ser molestos. El “villano” está muy forzado, prácticamente
tiene que recitar que es mezquino y egoísta, solo lo salva la actuación
relajada de Morgan Freeman. El final es genuina basura, los escritores trataron
de aplicar el truco de los magos de señalar a donde no está el verdadero truco
pero les salió muy mal.
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