La heroína más burra de la biblia.

Imagen tomada de: http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Donkey_%28Equus_asinus%29_in_Kalamiaris_Palm_Forest,_Panayoudha,_Lesvos.jpg
La mitología bíblica cuenta
con unas cuantas heroínas, un espectro más bien breve que va de la salvaje
Judith (quien embriagó y decapitó al general Holofernes) hasta la sumisa María
(quien además de ser el útero para la llegada del mesías hace poco menos que
nada). Pero hay una heroína anónima que resulta ser el caso más extraño y
caricaturesco de entre todos los pasajes que podemos encontrar en ese compendio
de historias fantásticas que hasta hace no mucho (y en algunos lugares lo sigue
siendo) era considerado historia y no fantasía.
Todo comienza en el libro
de Números. Los hebreos continúan su peregrinar después de abandonar Egipto y
conquistan a los Amorreos… ¿Por qué? Pues porque no les dieron permiso de pasar
por su territorio. Así las cosas, no es de extrañar que los Moabitas comenzaran
a temblar al ver aproximarse a un pueblo tan numeroso como enojón (por decir lo
menos), así que el rey Balac decide contratar los servicios de un profesional.
Sería Balaam, un hechicero, el encargado de hacer frente a semejante plaga de
langostas humanas… maldiciéndole. Ok, hemos de suponer que el rey Balac debía
estar ya preparando un ejército para enfrentar a tan caprichosos viajeros, o
mejor aún: que ya estaría preparando una comisión para negociar el paso de tan
grande masa humana de tal forma que no hubiera perdidas graves; de tal suerte
que la intervención de Balaam fuera solo una forma de asegurar el éxito.
El asunto es que Balaam,
hechicero y todo, parecía tener línea directa con Yavé pues este le sugiere, en
persona, no acudir al llamado del rey pues el pueblo judío estaba protegido por
él, el más poderoso dios. Pero los reclamos de Balac pudieron más que la
prudencia y Balaam decide ir a maldecir a los hebreos.
Y es entonces cuando la
cosa se pone rara.
Yave, quien antes había
permitido a Balaam acudir con el rey, parece haber cambiado de opinión y manda
a un ángel armado a detener a Balaam a como diera lugar. El ángel, uno que
parece ser más discreto (o perezoso) que el promedio, decide esperar a su
víctima a mitad del camino.
Los poderes del hechicero
parecen no ser muy buenos, pues a pesar de tener línea directa con Dios no ve
al ángel armado que espera en el camino para darle matarile. En cambio la burra
si lo ve, y trata de apartarse del camino… por lo que recibe una paliza.
Después el ángel cambia de lugar y la burra, tratando de evitarlo, restriega el
pie de Balaam contra una pared, evidentemente recibe palos. Luego el ángel
vuelve a cerrar el camino (no sé por qué no se decide hablar y prefiere estar
molestando), por lo cual la burra se sale del camino y se hecha… con la
subsecuente paliza.
Es entonces que lo extraño
alcanza su masa crítica y todo se desata.

Imgen tomada de: https://www.flickr.com/photos/bovinity/137211768/
Números 22, 28 “Entonces
Yavé hizo hablar a la burra que dijo a Balaam << ¿Qué he hecho yo? ¿Por
qué me pegas por tercera vez?>>”
Sin duda la burra acaba de salvar el pellejo de su amo y se comprende su
reclamo ante tan injusta retribución, pero extrañamente el ángel pasa a
asegundo plano. Lo más increíble es que el hechicero responde como si hablar
con animales de carga fuera cosa de todos los días.
Números 22, 29 “Balaam
respondió a la Burra: <<Porque te has burlado de mí. Ojala tuviera una
espada y aquí mismo te mataba.>>”
Entonces la burra revela que hizo lo que hizo para protegerlo de la ira de
dios… ¡No! sigue quejándose del injusto trato del que ha sido víctima.
Números 22, 30 “La burra respondió a Balaam: << ¿No soy tu burra que siempre has
montado desde que existes hasta el día de hoy? ¿Alguna vez me he portado así
contigo?>>”
Debo decir que esto empieza a ponerse tenebroso. Uno pensaría que la
intervención divina para que un burro hable debía tener algún propósito, pero
lo que obtenemos es una discusión de novios. Y no me lo tomen a mal, no es que
crea que exista una referencia velada a la zoofilia; pero chequen bien ¿no se
parece al “poema” cómico “Solo que sea por eso” de Ángel Rabanal?
Solo que sea por eso. Angel Rabanal
¿Por qué
mi pega, Juan?
no Sea ansina majadero,
no me jale de las greñas,
ni mi pegue en el celebro
pos con los golpes me atonta;
¡yo no me explico su genio!
¿No me lo traigo aliñao?
Ese uniforme tan viejo,
a juerza de remendarlo
¿no se lo he dijado nuevo
que parece gabardina?
-Si, vieja, todo es cierto.
-Entonces, ¿por qué es malhora?
Cuando se encontraba enfermo
dizque de fiebre amarilla,
dispues del vómito negro
y aluego del otro mal
de un color que no ricuerdo,
¿no le di todas las noches
su friega de linimento,
y aluego le di calor
con el calor de mi cuerpo?
-Si, vieja, todo es verdad.
-Pues si es verdá no comprendo
el por qué me martiriza.
¿No le doy sus alimentos
que yo mesma lé preparo?
Y cuando alcanzan los fierros
a los frijoles de la olla
que la manteca les aumento,
¿no se los sirvo refritos
con sus adornos de queso?
-Si vieja.
-¡Pos allí está!
y si en todos los terrenos
le cumplo, ¿por qué me pega?
le pego.....
Por su mal comportamiento,
porque dentro del cuartel
todos saben sus secretos,
y conocen sus lunares
y otras partes de su cuerpo.
¡le pego por disoluta!
ya sabe por qué le pego.
-¡ah Canijo! ¡No había pensado!
¡Pos, sólo que sea por eso!
no Sea ansina majadero,
no me jale de las greñas,
ni mi pegue en el celebro
pos con los golpes me atonta;
¡yo no me explico su genio!
¿No me lo traigo aliñao?
Ese uniforme tan viejo,
a juerza de remendarlo
¿no se lo he dijado nuevo
que parece gabardina?
-Si, vieja, todo es cierto.
-Entonces, ¿por qué es malhora?
Cuando se encontraba enfermo
dizque de fiebre amarilla,
dispues del vómito negro
y aluego del otro mal
de un color que no ricuerdo,
¿no le di todas las noches
su friega de linimento,
y aluego le di calor
con el calor de mi cuerpo?
-Si, vieja, todo es verdad.
-Pues si es verdá no comprendo
el por qué me martiriza.
¿No le doy sus alimentos
que yo mesma lé preparo?
Y cuando alcanzan los fierros
a los frijoles de la olla
que la manteca les aumento,
¿no se los sirvo refritos
con sus adornos de queso?
-Si vieja.
-¡Pos allí está!
y si en todos los terrenos
le cumplo, ¿por qué me pega?
le pego.....
Por su mal comportamiento,
porque dentro del cuartel
todos saben sus secretos,
y conocen sus lunares
y otras partes de su cuerpo.
¡le pego por disoluta!
ya sabe por qué le pego.
-¡ah Canijo! ¡No había pensado!
¡Pos, sólo que sea por eso!
Así las cosas. En lugar de ser
una muestra de poder divino este pasaje deriva en un drama telenovelero entre
un hombre y su montura. El ángel, sin duda espantado por la trifulca que ha
desatado, decide intervenir (finalmente).
Números 22, 32 “El ángel de Yavé le dijo (a Balaam, una
vez que Dios le “abrió los ojos”): <<¿Por
qué le has pegado tres veces a tu burra? Yo vine a cerrarte el paso porque
estás en un camino muy peligroso. La burra me ha visto y se ha apartado de mí
tres veces. Si no, yo te habría matado y a ella no.>>”
Imagen tomada de http://pixabay.com/es/burro-valla-naturaleza-fuera-105719/
El viaje continúa y la
burra ya no es mencionada. Balaam no maldice a los hebreos sino que los
bendice, para enojo de Balac. Pero la verdadera incógnita es ¿Para qué sirve
este pasaje? De principio a fin es una historia incoherente sin ninguna
enseñanza moral o ética a la vista. Aquí el poder divino es un desperdicio pues
la burra nunca advierte a Balam del verdadero peligro y este tampoco parece
deparar en el milagro que opera frente a él.
En todo caso ¿Por qué una
burra pudo ver al ángel antes que el hechicero? Balaam ya había hablado con dios
varias veces como para suponer que podía ver a la divinidad y comunicarse con
ella…. sin la intervención de un asno. Al parecer la idea sería que dios es
capaz de mostrarse hasta al ser más humilde… o que él decide a quien le da
poderes sobrenaturales… pero lo cierto es que no se puede estar seguro.
Lo mejor que podemos hacer
es asumir que hay una lección sobre el maltrato animal, pero el pasaje en sí es
demasiado raro y burdo para encajar con el resto del texto bíblico (por muy
raro que se ponga). En primer lugar, además del génesis (y los teólogos
coinciden en que hay que interpretar a la serpiente como Satanás disfrazado),
no hay pasaje que nos haga pensar que los animales tengan mente o puedan
expresar emociones. En segundo lugar tampoco hay pasaje que nos haga pensar que
un animal tenga derechos (mucho menos en el antiguo testamento donde una y otra
vez se recalcan las masacres de animales que debían realizarse en el templo).
Por otro lado el asno tiene
una extraña importancia en la biblia. Si bien, al no rumiar ni tener la pezuña
partida, encaja entre los animales “impuros”, lo cierto es que Sansón venció a
mil hombres armado solo con una mandíbula de burro y Jesús entró a Jerusalén en
un burro especialmente buscado para la ocasión. ¿Nos estamos perdiendo de algo?
El burro pasaría a ser sinónimo de ignorancia y pereza, incluso se le asociaría
más de una vez con el diablo. Con esos antecedentes no podemos ni imaginarnos
lo que pasajes como el de Balaam significaron en sus inicios. ¿Acaso es una mera
fabula que alguien acopó al texto bíblico? ¿Se trata acaso de una historia
extranjera que fue tomada y modificada? ¿O acaso el burro tuvo alguna
importancia en la religión hebrea pre bíblica?
Por el momento nos quedamos
con un texto extraño, donde una burra salva a su amo tres veces de enfrentar la
cólera divina y tiene suficiente uso de razón para reclamar la injusticia del
maltrato. Pero ello no evita que leamos la historia con una ceja levantada y
nos preguntemos qué acabamos de leer.
Más sobre el pasaje
bíblico:
El poema “Solo que sea por
eso” lo tomé de la página:
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