sábado, 23 de julio de 2016

La leyenda de Tarzán (2016)



Tan pronto vi el thriller de esta cinta decidí que iría a verla y así lo hice… y de alguna forma no quedé del todo conforme. Por largo rato me he estado preguntando qué fue lo que pasó. La cinta tenía acción, los personajes eran buenos, y lograron acoplar la trama a eventos históricos de una forma que rara vez se logra; entonces ¿por qué salí de la sala frunciendo los labios?
No quiero ahondar mucho en la trama para no hacer spoilers, pero me pareció excelente que el meollo del asunto girara en torno al dominio del Congo por parte del rey Leopoldo II de Bélgica… lo cual si ocurrió, y efectivamente un embajador estadounidense de color llamado George Washington Willimans (interpretado en la cinta por Samuel L. Jackson) visitó el Congo y denunció las atrocidades cometidas por los agentes del emperador. Debo aclarar que el embajador no fue el único activista de aquel tiempo que luchó: periodistas, escritores, misioneros, incluso la misionera y fotógrafa Alice Harris, sumaron esfuerzos para denunciar lo sucedido en el Congo. Quizás este sea uno de los factores que me decepcionaron un poco de la cinta. Fue un gran logro acoplar la acción con los eventos históricos, pero tristemente vemos que la realidad supera por mucho a la ficción. Por ejemplo vemos la inminente llegada de mercenarios y la esclavitud de las tribus africanas, pero la realidad fue mucho más horrible: las tácticas que hoy nos estremecen, como asaltar pueblos y mutilar a los habitantes para que no puedan escapar de su esclavitud, eran cosas que ya existían en tiempos del rey Leopoldo. 
 The Legend of Tarzan poster.jpg
 Cartél de la pelicula (https://en.wikipedia.org/wiki/The_Legend_of_Tarzan_(film)#/media/File:The_Legend_of_Tarzan_poster.jpg)

Otro gran acierto es la forma de narrar la historia. Lograron acoplar el presente y el pasado de los personajes mediante flashbacks, mientras que intentos anteriores – como las versiones de Disney (1999) o la pésima versión en animación 3D de Kellan Lutz (2013)- traban  de contar una historia lineal, para lo cual tuvieron que dar grandes saltos temporales que rompían la secuencia. Si bien la narración fue la adecuada el problema es la historia en sí. La de Tarzán es una historia bien conocida – aunque me alegró que agregaran algunos detalles que contribuyeron a la trama en el presente caso - : niño huérfano criado por gorilas – en realidad Manganis, gorilas ficticios particularmente violentos – que se convierte en una especie de súper héroe de la selva. Las tres últimas versiones que vi contaban esa misma historia con ligeras variantes, de estas las de Disney y la presente ahondan  en el sentimiento de alienación del personaje, lo cual es muy bueno… pero como ya lo dije tiene una sensación de ya visto.
Ya que estamos con la historia de los personajes vamos a ver al resto. Me gustó que Jane no quisiera jugar el papel de “damisela en peligro”, lamentablemente la mayor parte de la cinta ese es el papel que juega. Ni modo, era necesario para el desarrollo de la acción y también es coherente con el contexto histórico, tampoco nos vamos a rasgar las vestiduras. Pese a todo debo admitir que resulta un personaje muy valiente y aguerrido, capaz de encarar el peligro sin chistar y que en algunos aspectos supera al mismo Tarzán.
Tengo un conflicto con el villano. Por un lado es muy cool, calculador y un tanto cínico, pero con la mira puesta en una meta bien definida. El que supiera pelear con un rosario me pareció un buen detalle. Lamentablemente sus motivaciones son muy comunes y ya las hemos visto no solo en cada película de Tarzán, sino también en las de Pocahontas (1995) y Avatar (2009): el típico conquistador dispuesto a hacer fama y fortuna a costa de tierras vírgenes y sus habitantes. Por ello el villano, León Rom, un personaje real, resulta bastante plano y predecible. Mucho mejor es el personaje del antagonista menor, el jefe Mbonga, quien en verdad tiene una buena motivación para tratar de acabar con Tarzán a como dé lugar… lamentablemente no le dan mucho tiempo en pantalla.
Ya vimos algo de la historia y los personajes ¿Cómo estamos en cuanto a efectos especiales? En general estamos bien, aunque en algunas escenas los primates y otros animales se ven un tanto falsos.
¿Qué se puede decir después de todo esto? Me gusta la historia y como la desarrollaron, sin embargo se siente como algo que se ha visto una y otra vez. Me figuro que Tarzán es uno de esos personajes que admite pocos cambios, lamentablemente ya hay muchas películas de él. Otro detalle es la insistencia de narrar los orígenes de Tarzán y esto se debe a un problema particular: las últimas películas de Tarzán han sido producidas por estudios diferentes, es decir que cada una de ellas podría ser considerada un “reebot” donde cada creador trata de narrar su propia versión de la historia que al final resulta prácticamente la misma; sin embargo el ejemplo de la versión animada del 2013 es la muestra de que apartarse del canon no es necesariamente bueno.
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